Parroquia de San Renato Cadocara: un ejemplo de la adaptación de la Iglesia a los nuevos tiempos

Cartel de propaganda de la parroquia diseñando por el propio don Jerónimo

Hoy vamos a hablar de la parroquia de San Renato Cadodara, ubicada en el municipio burgalés de Lerma, que constituye un verdadero ejemplo de como es posible juntar tradición y modernidad en la Iglesia católica.

La primera sorpresa nos la llevamos al observar el aspecto párroco titular, Jerónimo Icano, quien tiene la costumbre de dar las misas con una copa de whisky en una mano y un canuto de marihuana en la otra, pero no es el único, ya que doña Penélope Tarda, la feligresa que colabora en el aspecto musical, no es la tradicional ancianita vestida de negro que toca el organillo, sino una DJ de 27 años, ex-modelo profesional, que suele acudir en minifalda a las celebraciones eclesiásticas, cosa que no cabe duda que influye de forma notoria en el hecho de la gran afluencia que tienen tales eventos.

Los temas de las homilías se ajustan a los intereses de la juventud, en las tres misas a las que asistimos durante nuestra estancia en la localidad, los temas tratados fueron “por qué tenían que haberle cortado las pelotas a Judas”, “carta de Santa Rita a los aficionados del Atlético de Madrid” y “vida ejemplar de Santa Mónica Micace, misionera, mártir y segundo plato con las tribus caníbales de Nueva Guinea”.

También nos sorprende el horario: para mayor afluencia de la juventud, las misas se celebran en horario nocturno, siendo la más concurrida la de las 2 de la mañana, en la que tienen por costumbre repartir calimocho entre los asistentes y poner música de ACDC.

Además, la forma de confesar de don Jerónimo es muy peculiar, ya que las penitencias que impone no consisten en rezos u oraciones, sino en una contribución en litronas para las obras de la Iglesia.

En fin, que el caso de la parroquia de San Renato Cadocara es un verdadero paradigna de lo que debe ser una Iglesia moderna.