domingo, 16 de agosto de 2009

Directora comercial frustra el atraco de un banco


El atracador Alejo Didillo momentos después de su detención. Todavía no sabe lo que pasó.
Ya ni tan siquiera la delicuencia es lo que era. el pasado viernes, a eso de las 11:15, Juanjo Didillo, madrileño de 24 años, y su abuelo, Alejo, de 78 años, se disponían a efectuar el golpe que llevaban planeado desde hace meses. El asunto era sencillo: aparecer encapuchados en la sucursal nº 423 de Madrid del Banco Mino y, mientras Alejo vigilaba a los presentes, su abuelo vaciaba la caja.

Pero he aquí que apareció la heroína de turno par frustrar el atraco. Su nombre es Patricia Anuro y es la directora comercial de la sucursal. Patricia se puso a negociar con los atracadores y no solo consiguió convencer a los delincuentes de que depusieran su actitud, sino que además consiguió abrirles sendas cartillas de ahorro, un seguro de vida para el anciano, además de un piso en la calle Obispo Lako con su consiguiente préstamo hipotecario para su compiche.

“Menos mal que llegó la policía. Si la dejan seguir es capaz de cogernos los riñones como avales”, dijo momentos después de su detención Alejo, confuso todavía por la verborrea de la directora comercial.

Por su parte, la directora comercial comentó que “esto no puede quedar así. Estaba a punto de conseguir venderles un seguro de automóvil a todo riesgo y no voy a dejarlo escapar. Pasaré a hacerles una visita en la cárcel para acabar el trabajo y llevarme la comisión”.

Parece ser que la crueldad de la condición humana no tiene límites.

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